jueves, 25 de junio de 2015

Y José Idrovo .... también protesta !!!

Este jueves 25 de Junio, en mi amada ciudad de Guayaquil, se tuvo una manifestación multitudinaria, impresionante, hay fotos que lo comprueban y hay videos que corroboran lo que digo. Y no solo se limitó a Guayaquil, sino también en otras ciudades tanto del país como en otros países. También sé con fundamento y con certeza que varios cristianos fueron a esta manifestación, se me vienen algunos nombres a la mente, cristianos tanto conocidos como no tan conocidos, pero quédense con la pica que no se los voy a decir ... jum !!

En fin, meditando en lo que ocurrió y también queriendo hacer mi aporte, algo que no he hecho en meses en mi blog, he decidido escribir lo siguiente, empezando por el famosísimo versiculo de Romanos 13:1-2 que dice: "Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos."

Se dice que como cristianos no debemos manifestar nuestra protesta sino quedarnos callados y orar, siendo la oración la manera más adecuada que tenemos para llegar al corazón de Dios. 

Es verdad, de acuerdo a la Biblia, no es el activismo político, ni las presiones, las que van a transformar nuestra sociedad, sino nuestras oraciones por el gobierno. Pero en virtud de lo que está ocurriendo en mi nación, esto me ha dado vueltas y vueltas en mi cabeza, y luego de analizar ciertos pasajes de la Biblia, me pregunto lo siguiente:

Si las parteras en tiempos de Faraón, previo al nacimiento de Moisés (Ex.1:15-21), en vez de rehusarse a matar a los niños, solo hubieran orado, y nada más que orado, ¿habrían salvado a los niños? La Biblia dice que Dios bendijo el proceder de ellas, de no conformarse con lo dictado por un gobierno que no tenía temor de Dios, dicho de otra manera, ellas se rebelaron al gobierno que ellas tenían.

¿Otro ejemplo? Los mismos apóstoles recibieron la orden (del gobierno de turno) de dejar de predicar de Jesucristo (Hch.4:13-21), ¿Acaso ellos se pusieron a orar, solo orar y nada más que orar? Por supuesto que no, ellos rehusaron obedecer a las autoridades de sus días (se podría decir que se rebelaron), dejando claramente establecido que "es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres".

Muchos confunden la declaración de que "toda autoridad es puesta por Dios" con que "toda persona en autoridad es puesta por Dios", en consecuencia caen en el error de suponer que resistir a la persona en autoridad es resistir a Dios, y de esa manera toman una actitud conformista ante la violación de los derechos inalienables dados por Dios al hombre.

El texto de Romanos 13 ha sido desfigurado por los gobiernos autoritarios que, habiendo impuesto su ley, querían luego que se les obedeciera como si fueran los servidores obligados de Dios y del bien público. Es verdad, en cierto sentido, los servicios públicos son agentes de Dios y tienen de Él la autoridad, pero ¿no se dice también en la Biblia que el diablo da poder a los que le sirven? (Lc.4:5-7, Ap.13:1-9; Jn.12:31; Jn.14:30).

Es verdad, no existe ni bien común ni paz sin autoridad y obediencia, Pablo declara que la obediencia a las autoridades establecidas viene de Dios. Pero cuando él habla de los que resisten a la autoridad, se refiere a los que quieren imponer sus intereses sin entender que están para servir al pueblo. Cuando las autoridades exigen algo que va contra la verdad y la justicia, los cristianos resisten como se lo sugiere su conciencia, dispuestos a sufrir la represión prevista por las leyes humanas, e incluso, a dar su vida. La mayoría de los mártires que hoy son honrados por la Iglesia, fueron condenados en su época como subversivos y enemigos del orden social.

Debemos pues preguntarnos si las leyes y las autoridades nos conducen al bien o si nos alejan de él. Jesús se negó a participar en política (Mr.12:3), pero no habló en contra de los políticos, con todo, fue lo suficientemente libre como para denunciar a la autoridad y para no seguir las leyes, aún las más sagradas, cuando se tornaban opresoras.

Nosotros podemos y debemos levantar la bandera de la moralidad y de la justicia a través de nuestra vida de testimonio; de una vida santa que realmente proclame la justicia, que manifieste a la gente que necesita arrepentirse y entregarle su vida al Salvador.

Dichosos aquellos políticos que han vivido una vida honesta, y mucho más, una vida de temor a Dios, porque la Biblia dice que de cada cosa, así sea un vaso de agua que hayamos dado en el nombre de Jesucristo, nos será recompensado en la próxima vida. ¿Cuántos políticos se levantan en la mañana, se ponen su traje, se despiden de su familia, y corren a maquinar cómo conseguir más dinero para ellos, cómo obrar más corruptamente, cómo engañar a la gente pensando que todo lo que dicen y hacen es perfecto? ¿Cuántos políticos han caído en fornicación, en adulterio, en desviaciones sexuales, en actos pecaminosos, en encubrimientos y en injusticias, creyendo que van a vivir eternamente? La Biblia les menciona algo que en español actual dice: "Prepárate para encontrarte con el juicio de Dios!"

A todos los políticos de mi país, a todos sin distinción les digo esto: Prepárense ustedes que se encuentran en autoridad y en eminencia, porque vendrá un juicio, donde al que mucho se le ha dado, mucho se le demandará. Por lo cual sí vale la pena ser honestos, si vale la pena ser íntegros, si vale la pena ser santos en toda nuestra manera de vivir, es de valientes vivir y cargar la cruz que Jesucristo nos invita cargar. Es de valientes expresar que las cosas no están bien, es de valientes reconocer que las estrategias no están dando resultado, y es de valientes también reconocer cuando se ha obrado equivocadamente.

Si entendieron el mensaje y como personas en autoridad alzan sus ojos a los montes buscando el socorro de Dios para sus vidas, entonces se puede pensar en un cambio. Si por el contrario, se sigue pensando que lo que uno hace es correcto, que mientras tenga poder y autoridad, mi voz es la voz de Dios, mis decisiones son las más adecuadas, y el camino que yo he trazado es tan perfecto que carece de errores ... puntos suspensivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario