lunes, 6 de mayo de 2013

JESÚS, el Único Camino, antes, ahora y siempre !!

En medio de tanta "inclusión", tanta "tolerancia" y tanta "aceptación", como iglesia cristiana también estamos expuestos a sucumbir ante estas palabras tan de moda y tan posmodernas, que por más justificativo que se busque, no podrán reconciliarse con la verdad absoluta de la cruz. He aquí un extracto de John MacArthur para leer y luego meditar seriamente:

Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al  Padre, sino por mí"
( Juan 14:6 )

En lo que se dio a conocer al mundo como el "Movimiento de Jesús" que se mantuvo activo durante las décadas de los años sesenta y setenta, se volvió bastante popular la señal que se hacía con el dedo índice en lo alto y cuyo significado era: "Un solo camino al cielo". Por todas partes se veían calcomanías con ese mensaje en automóviles, casas, prendas de vestir y toda clase de artículos. "Un sólo camino" se convirtió en la frase que identificaba a todos los evangélicos.

En aquel tiempo los evangélicos conformaban un movimiento amplio de gran diversidad. En cierto sentido los evangélicos eran más eclécticos que en la actualidad porque incluían a toda clase de individuos, desde los que se identificaban como "la gente de Jesús" en la cultura juvenil de aquel tiempo hasta los fundamentalistas de línea dura que menospreciaban todas las expresiones contemporáneas de religiosidad.  No obstante, todos ellos tenían por lo menos una cosa muy importante en común: Reconocían que Jesucristo es el único camino al cielo. "Un sólo camino" parecía ser una creencia invariable que todos los evangélicos tenían en común.

Esto ha dejado de ser así. El movimiento evangélico actual ya no se mantiene unificado sobre este punto cardinal. Algunos que se llaman a sí mismos evangélicos insisten en que la fe exclusiva en Jesús no es el único camino al cielo. Se han convencido de que el cielo estará lleno de personas apegadas a todos los credos y doctrinas del mundo. Otros solo sienten cobardía, vergüenza o vacilación para afirmar la exclusividad del evangelio en un mundo secular que trata como virtudes supremas la inclusión, el pluralismo y la tolerancia. Imaginan que sería una contravención cultural inaceptable declarar que el cristianismo es la verdad y que todos los demás credos son erróneos. Al parecer, el temor más grande del movimiento evangélico en la actualidad es que seamos vistos fuera de armonía con el mundo. 


¿Cómo ha tenido lugar un cambio tan dramático? ¿Por qué muchos evangélicos han abandonado aquello en lo que todos estuvimos de acuerdo como la verdad absoluta? Creo que es porque los líderes eclesiásticos, en su búsqueda desesperada de mantenerse relevantes y modernos, no han reconocido hacia dónde va el mundo contemporáneo y por qué. 

Lo que sucede es que ya no vivimos en el mundo moderno, sino en el posmoderno y el hecho es que el posmodernismo se opone tanto al modernismo como a la verdad del cristianismo. Las cuestiones filosóficas son diferentes, pero la hostilidad del mundo a la verdad de las Escrituras no ha menguado en lo más mínimo.

 
No es tiempo de hacernos amigos con el mundo. Tampoco es tiempo de capitular ante el clamor del mundo por el pluralismo e inclusión indiscriminada. Si no recuperamos nuestra convicción de que Cristo es el único camino al cielo, el movimiento evangélico se debilitará y será cada vez más irrelevante.

Es irónico que la mayoría de los que denigran la exclusividad de Cristo lo hacen porque creen que es una barrera a la "relevancia" del evangelio. En realidad, el cristianismo no es relevante en absoluto si es una simple opción entre una multitud de caminos posibles a Dios. La relevancia del evangelio siempre ha sido su exclusividad absoluta, la cual se resume en la verdad de que Cristo es el único que ha hecho expiación por el pecado y por lo tanto, solo Cristo puede suministrar reconciliación con Dios para aquellos que creen solo en Él.

La iglesia primitiva predicó a Cristo crucificado y siempre consciente de que ese mensaje sería piedra de tropiezo para los religiosos judíos y locura para los filósofos griegos (1 Corintios 1:23). Necesitamos recuperar ese denuedo apostólico. Necesitamos recordar que los pecadores no se ganan por medio de las relaciones públicas avezadas o poderes terrenales de persuasión, sino con el evangelio como el mensaje exclusivo, que es así como poder de Dios para salvación.

Extracto tomado de: John MacArthur. ¿Por qué un único Camino? - La defensa de un credo exclusivo en un mundo inclusivo. Editorial Portavoz, 2004. pp.7-10.

viernes, 4 de enero de 2013

Una meditación a inicios de año

Un saludo a todos los atrevidos a seguirme en mi blog, deseándoles con sinceridad un excelente año 2013, lleno de unidad, amor, tranquilidad, fortaleza y lo mejor de las bendiciones de Dios, para sus vidas y también para sus familias.

Antes de emitir mi comentario habitual, les presento primero este comentario para luego emitir mi comentario, pues si comento de lo que alguien comentó sin que ustedes hayan conocido ese comentario, entonces mi comentario no tiene una base de comentario previa sobre la cual emitir un comentario, por lo cual mi comentario no sería bien comentado, y esa clase de comentarios no son buenos ... zas !!!

- Dietrich Bonhoeffer -
"Quedarse a solas con el propio mal es quedarse completamente solo. Y puede ser que, a pesar del culto en común, la oración en común y la comunión en el servicio, haya cristianos que permanezcan solos, sin llegar a formar realmente comunidad.

¿Por qué? Porque si bien están dispuestos a formar parte de una comunidad de creyentes, de gente piadosa, no están dispuestos a formar una comunidad de impíos y pecadores. 

La comunidad piadosa, en efecto, no permite a nadie ser pecador. Por esta razón cada uno se ve obligado a ocultar su pecado a sí mismo y a la comunidad.

No nos está permitido ser pecadores, y muchos cristianos se horrorizarían si de pronto descubriesen entre ellos un auténtico pecador.

Por eso optamos por quedarnos solos con nuestro pecado, a costa de vivir en mentira e hipocresía; porque, aunque nos cueste reconocerlo, somos efectivamente pecadores."

Son palabras de Dietrich Bonhoeffer, un increíble personaje que ha impactado muchísimo mi vida, después de haber conocido y leído sobre él, cómo vivió y lo que tuvo que enfrentar y padecer por mantenerse firme en el Señor en una horrible época, caracterizada por el odio, la injusticia y el dolor.

Al iniciar este año 2013, analicemos nuestro corazón y lo que permitimos que se guarde en él, pues es engañoso y perverso como dice la Biblia. ¿Qué cosas, actitudes y pensamientos del 2012 -que ya no deben estar en nosotros- todavía los tenemos guardados? ¿A qué nos estamos aferrando en el 2013, que desde el 2012 ya debíamos haber soltado? Paralelamente ¿A qué estamos soltando en el 2013, que desde el 2012 deberíamos haberlo aferrado a nuestras vidas?

Al iniciar este año evaluemos en qué condiciones lo estamos empezando, y de ser necesario, volvámonos a Dios en medio de cualquier situación en la que nos encontremos, no sea que terminemos solos con nuestro pecado, solos con nuestra mentira, solos con nuestra hipocresía, y finalmente quedemos solos ... con los aplausos, sonrisas, gestos de aprobación, abrazos, besitos y reconocimiento de todos aquellos .... que también están solos.

El que tiene oídos para oir, oiga, el que tiene entendimiento para entender, entienda, el que tiene voluntad para cambiar, que la aplique con temor y temblor, el que tiene pies para caminar bien en este 2013, que lo haga con paso firme para gloria de nuestro amado Señor. Para el resto solo puedo decir ... puntos suspensivos.